jueves, 16 de agosto de 2012

Los trenes Renard





Su adopción en Chile

El acrecentamiento de la población y el progreso de las industrias, trae siempre la necesidad de mejorar los medios de transportes para llevar a los grandes centros de consumo los productos de la agricultura o de la industria fabril. Todos sabemos que la principal  de las causas que han producido el encarecimiento extraordinario de los artículos alimenticios que produce nuestro suelo, en estos últimos tiempos nace de la dificultad con que se movilizan, por nuestra red central de ferrocarriles, los cereales y juntamente con ellos el carbón, la leña, etc., y las demás mercaderías destinadas a ser consumidas inmediatamente.



La introducción del ferrocarril Renard, que desde algunas semanas estudia entre nosotros el industrial francés señor Malherbe, vendrá a subsanar todos los inconvenientes derivados de la deficiencia del servicio de transportes. Mediante el sistema de trenes Renard se ha conseguido suprimir la tracción propiamente dicha y reemplazarla ventajosamente por la propulsión con el auxilio de un ingenioso sistema de distribución de la fuerza motriz que permite que cada carro pueda moverse por sí solo.
La supresión del arrastre ha permitido disminuir el peso, de una manera considerable, de las antiguas locomotoras. En cuanto a los vagones, ellos significan también una gran economía. Están montados sobre seis ruedas y la plataforma  útil de cada uno tiene cinco metros de largo por dos metros y veinte centímetros de ancho; pueden transportar hasta cuatro mil kilos.


 
Breve descripción del Tren Renard

A principios del siglo XX apareció en Francia un vehículo que pronto ganó popularidad. Era una mezcla de tren y tractor. Fue un invento del militar francés Charles Renard, quien luego de realizar numerosos inventos para la aviación creó para el ejército de su país esta máquina de transporte de carga y de pasajeros.

Debido a que en muchos lugares el sistema caminero y el sistema ferroviario eran inexistentes o deficientes, el invento de Renard cobró mucha importancia por su eficacia, y hasta fue imprescindible para el transporte de piezas y máquinas pesadas en las construcciones de represas en muchos lugares de Europa y el mundo.

El tren Renard consistía en un convoy articulado de tres o cuatro coches tirados por un locomóvil, capaz de circular por caminos no muy buenos o accidentados.

El vehículo utilizaba un motor de gasolina, aunque cuando escaseaba el combustible  especialmente durante la Primera Guerra Mundial, se le acoplaba una caldera de vapor. Algunos de ellos tenían un motor de vapor, de 70 hp y podían arrastrar hasta 40 toneladas, repartidas en plataformas de 8 y 10 toneladas cada una. La máquina tenía una altura de 3.70 m y 5.90 m de largo y pesaba 14 toneladas.

La novedad del tren Renard era que podía convertir todos los vehículos que formaban el convoy en motores, a través de una transmisión que partía del locomóvil y corría a lo largo del tren comunicando el movimiento de rotación a un eje de cada vehículo. De esa manera, la función propulsora era transmitida a todos los vehículos componentes del convoy, aliviando el esfuerzo de la máquina locomóvil principal.



Por lo que podemos apreciar en esta nota. Este tipo de "tren" podría ser el precursor del metro, como también, su forma de impulsar los carros por medio de un cardan, el cual es muy utilizado en vehículos pesados, doble tracción y automóviles.

 


Esta noticia fue publicada e la Revista Zig Zag en agosto de 1907.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario